Angelito de Dios
Ese angelito de porcelana sobre la repisa junto a unos libros de poesía, era lo más significativo que adornaba el despojado ambiente principal de mi casa. Lo único que dejé de mi esposa a la vista para recordarla a cada instante después de su muerte, hace poco…
En verdad algo muy delicado y expuesto a romperse, En más de una oportunidad lo encontré en el suelo y tuve que recomponerlo. Cuatro veces pegué sus alas y una ese cuerpecito partido en dos.
También tengo que aclarar que era lo que más atraía a mi nietita cuando llegaba de visita junto a su madre… Si la dejábamos sola allí, convencidos de que se conformaría con los juguetes que había traído nos equivocábamos, desde ese momento su obsesión infantil era tenerlo entre sus inquietas manitos… .
Lo supimos la vez que la pillamos bien estirada sobre una silla tratando de llegar a él y bajarlo de ahí. La reprendimos a dúo y fue suficiente, ese angelito no se cayó más… .
Por entonces todo bajo control, hasta el día en las dos me despiden con un beso en el palier y al volver al living no lo veo en su lugar. Ya digo que en ninguno, después de haberlo buscado en mil pedazos por el piso y en cada recoveco posible, nada de nada encontré. Había desaparecido completito sin dejar muestra alguna.
Enseguida llamo a mi hija y le pregunto si no lo ha visto en su casa, en poder de nuestra preciosa criaturita de Dios, y me responde que no le consta. Que en tal caso ya lo habría guardado en esos escondites que los chicos tienen, y que no la acusaría sin tener esa prueba en la mano… .
Tenía razón, pero a mí este misterio sin resolver me carcomió la paciencia en solo dos días, y yo mismo fui a visitarlas para indagar con menos vueltas y más autoridad…
Fue mi intención, apenas traspaso la puerta de calle esta pequeña sospechosa me contiene diciéndome en tono confidente y esclarecedor: “Abuelo, ya sé que pasó con el angelito; él siempre se caía porque quería volar, y cuando aprendió subió al cielo para ver a la Abu…
|