SARA no escondas tu rostro tras las greñas, coge mis manos temblorosas, concédeme esta pieza bajo la luna roja de mayo. SARA no habrá para nosotros un mañana, sobre el pasto crecen tréboles, pero las murallas blancas las llevaremos de por vida.
Texto agregado el 10-12-2015, y leído por 203 visitantes. (6 votos)