Incluso las cosas que parecía no poder resolver por mí misma
se volvieron simples,
un segundo y tus ojos fueron con todas las respuestas.
Las razones por las que quería ser egoísta fueron puestas en ridículo y solo quedan las razones para ser sincera.
-Si eres tu supongo que no debería ser tan malo-
Las cosas que quise abandonar tú las fuiste recogiendo una a una por el camino.
Un segundo y todas las respuestas ya no fueron necesarias.
Las lágrimas derramadas desaparecieron en el cielo que estábamos viendo,
"Solo la felicidad puede explotar de tus ojos" - dijiste.
En la noche que parece ser eterna prometimos que no nos olvidaríamos, seguro.
Aun si las inamovibles circunstancias lograran separarnos.
Ahora caminando de vuelta a casa te recuerdo.
Espero que me estés esperando...