En colores de atardeceres siento la brisa que despeina la alegría y los niños tiernos de algarabía juegan distraídos a ser sueños Y tímido observo morir la tarde y a los abuelos en las esquinas contemplan a temporal la dulce vida En los dédalos de fantasía medito tibio y rojo en la verdad que sumerjo en mí pensar cual utopía perenne felicidad Y donde se crea ese estallido: risa unión de la euforia en el brebaje en la emoción, pasión y locura que coincide sutil en mil paisajes Se derrocha así la algarabía y risueño goza pueril mortal vive ferviente mil fantasía que sobre la muerte se cree inmortal Del cielo deleite se turba el corazón en el milagro de vivir y el alma toca fiesta y canción suspira y revive al sonreír Y torno ideal a la receta que mantenga al espíritu tal brisa fresca que con los años se vuelva un rio y con la beatitud nunca perezca.
Texto agregado el 07-12-2015, y leído por 199 visitantes. (5 votos)