Palabras para LUISA
Me ha parecido oportuna la ocasión para iniciar estas palabras para Luisa leyéndoos un poema de Gabriel Celaya que mandé por whatsap a mis compañeros de seminario el día del ensino. Dice así el poeta en “EL MAESTRO”:


Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca...
Hay que medir, pensar, equilibrar...
y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino...
un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que, cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.


En efecto, todos los maestros llevamos en el alma un poco de marinos, pues día a día nos embarcamos frente a la inmensidad del cada vez más proceloso mar de la educación con el ánimo de guiar a nuestra menuda tripulación hacia buen puerto con nuestra carga de palabras. Cada uno las suyas. Unos , con sus algoritmos; otros, con sus mitosis; Luisa con sus monemas, sus sintagmas, sus poetas de la generación del 98…
Si el trabajo de los piratas entraña mil aventuras y riesgos, no menos requiere el digno oficio de docente. Cada día, cada año el profesor se enfrenta al abordaje de los tesoros escondidos, que van aflorando a través de la mano que los guía.
Y claro, para todo ello es preciso tener alma de poeta soñador y lunático; para todo ello es preciso soñar que esos barcos que guían marino y pirata irán muy lejos por el agua.
Solo discrepo de Celaya en lo de kilo y medio de paciencia. Toneladas de paciencia requiere el arte de la docencia, del magisterio, afín a otro sinnúmero de oficios como payaso, actor, predicador, psicólogo, torero ,etc.
En fin, que somos una suerte de pluriempleados, por lo que bien nos merecemos las tan denostadas y envidiadas vacaciones del docente.
Luisa, que durante 37 años se ha dedicado a este ejercicio tan singular que encierra todos los oficios, se ha apropiados de las palabras de Gabriela Mistral en su oración de la maestra haciendo perdurable el fervor y pasajero el desencanto, librándose de ser complicada o banal en sus lecciones cotidianas.
Si tuviera que resaltar las virtudes de mi compañera y amiga, yo diría que sobresale en ella la capacidad de trabajo de una trabajadora seria, paciente y esforzada. En los últimos días de magisterio la he visto cansada y no es para menos. Han sido muchos años de un trabajo bien hecho hasta el final, realizado con la seriedad de un niño cuando juega.
Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos. (Miguel de Unamuno). Luisa ha dedicado media vida transmitiendo su mucho saber, con lo que se ha asegurado la inmortalidad, pues, y vuelvo a Celaya, su bandera seguirá enarbolada en nuevos barcos, pues en cultura y saber solo se pierde lo que se guarda; solo se gana lo que se da, que diría el poeta Machado, bienquerido por nuestra compañera.
Así que , Luisa, solo me resta decirte que disfrutes a fondo de esta nueva etapa de tu vida, pues como te he dicho a menudo, ya has sudado bien la camiseta. Y si te asalta la nostalgia de la tiza y de las aulas, consuélate pensando en de la que te has librado: estándares, rúbricas, reválidas y todo un galimatías infernal.
Hace poco que te fuiste y resulta que ejercicio, actividad y tarea ya no son sinónimos. ¿Qué te parece?
Nos conocimos fuera de las aulas, nos reencontramos en el trabajo y afuera te espero para tomar unos cafecitos y para lo que sea menester. Pues tengo en ti a una buena compañera y a una amiga, de lo cual me precio. Salutem plurimam, maestra.


Nota:desde aquí quiero agradecer a zepol, sofiama, crazy, elisatab y sheisan su buena voluntad para colaborar en el homenaje a mi amiga. Espero les guste lo que escribí, para lo cual me sirvieron sus palabras.