Vivir de mi lengua,
que si te toca, se empapa.
Y te llueve y te enllama y me llena;
me adormece como la intención del escorpión.
Mi lengua son las manos del pescador sobre tus escamas,
inerte a tu filo.
Te detiene el alma hasta la última bocanada.
Mi lengua te prueba en mis dedos
algunas noches amargas.
se escoria endulzando los tragos
del sabor de tus palabras.
Texto agregado el 05-12-2015, y leído por 164
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