AQUEL CAMINO Aquella noche de invierno, por aquel camino nuevo, se encontraron nuestras almas y el camino se hizo nuestro. ¡Qué fría estaba la noche! ¡Qué cálido nuestro encuentro! En aquel camino nuevo no existió espacio ni tiempo. Algunas veces el viento jugaba con tu sombrero y me mandabas mensajes que eran aún un secreto. Cuando descifré el mensaje que llegó con tu sombrero lo devolví con el viento y te respondí “te quiero”. Ahora que ha pasado el tiempo y se borró aquel camino con ilusión pido al viento que me envíes un “te quiero”.
Texto agregado el 05-12-2015, y leído por 367 visitantes. (12 votos)