Me siento cansado de tanto trecho,
y yo maltrecho he quedado
después de recorrer
este camino osado.

Que mas quisiera yo ahora
que liberar mi mente y mi espíritu,
y que disfruten de todo lo construido,
de todo lo maniobrado
hasta el día de hoy.

Quiero que sea el turno de mis manos, de mis ojos
de mi ser, de mi cuerpo,
de tocar, de mirar
de vivir y sentir,
que ya de esta hibernación no aguantan mas,
que ya es turno de que ellos tomen las riendas.

Y pues ya no queda nada, pero a la vez queda todo,
queda cansarse un poco mas,
agotarse otro poco mas,
y casi tirado, arrastrándome para terminar este letargo
que ha sufrido mi ser y que ha durado tanto,
voy llegando, a donde mi espíritu desea esparcir su luz.

Y pues ya no queda nada, y sigo cansado,
pero a pesar de todo no estoy dañado,
las heridas dejan marcas,
pero el cansancio se descansa,
y en el descanso, que ya lo siento, que ya me acerco a él,
encontraré mi paz...