Un remolino me hierve,
tomo una bocanada de tu olor,
recuerdo tu sabor de nuevo,
tu piel tan suave.
Mi corazón mutilado,
entregado en pedazos
de beso en beso,
de lengua en lengua.
Y tu,
tan canalla,
tan hábil en tus versos,
me inquietas, me sublimas.
Tus manos entregándose a mi cuerpo,
rodeando mis temores,
me aquietas, me sublimas,
esta sonrisa tuya.
Soy tu secreto,
una hoja al viento,
y yo me escondo
entre tus besos.
Ansiosa espero nuestro reencuentro,
tener de nuevo tus blancos sueños
paseando en mi cuerpo entero.
Así te pienso.
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