Los varones, no juegan con muñecas,
nos decían…
Es un juego de niñas,
nos decían…
Y nosotros jugábamos al futbol.
al ladrón y al policía,
a “titanes en el ring “,
a las bolitas.
Eramos rudos, fuertes, valerosos,
andábamos armados con gomeras
y las cosas se arreglaban a las piñas…
Los hombres no lloran, nos decían,
ante el dolor, hay que tragar saliva.
Nos hicieron así y así salimos
con todos los mandatos
para enfrentar la vida…
Después supimos que las niñas,
no estaban jugando con muñecas,
jugaban a ser madres.
Después, fueron mujeres,
conocieron al hombre
y educaron,
al hijo como hombre,
a la hija como niña,
para seguir la tradición de la familia…
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