Quiero aclarar, a tenor de algún comentario que hace referencia al malestar que pudieran causar mis escritos, a los fieles creyentes a quienes admiro y respeto profundamente, que estos relatos que estoy escribiendo forman parte de un conjunto llamado "LA BIRRIA", cualquier parecido con "LA BIBLIA" es mera coincidencia.

Los hijos de Jacob se llamaban, Rubén, Simeón, Levi, Judá, Dan, Neftalí, Gaad, Aser, Isacar, Zabulón, José ,Benjamín, y Dina (la única mujer de la que tenemos constancia, aunque parece ser que engendro también a varias anónimas).

Jacob (Israel) amaba mucho a sus hijos, especialmente a los dos pequeños concebidos con su adorada Raquel, que por cierto falleció repentinamente mientras alumbraba a Benjamín, (la criatura nació con pocas luces).

Los rebaños de Jacob (Israel para los desconocidos) eran muchos y los hijos mayores (diez) se levantaban al amanecer para llevarlos a pastar a campos lejanos, mientras los dos pequeños permanecían entre sabanas de seda y edredones de pluma hasta bien entrada la mañana, sin otra obligación que zanganear todo el día.

Ante tal discriminación los hijos (puteados) se quejaron amargamente a su padre de la dureza del trabajo que tenían encomendado, esgrimiendo que necesitaban la ayuda de José que por aquel entonces lucia frondosa barba, peinaba pelos en las piernas y estaba en edad de arrimar el hombro, Israel (Jacob para los amigos) fue reticente en un principio, pero era tanta la insistencia de los “protestantes” que accedió contra su voluntad.

Y así fue como José de la noche a primerísima hora de la mañana se vio convertido en pastor, ya os imaginareis las cabronadas de que fue objeto, sus hermanos lo tenían un pelín atravesado, pues la criatura era de natural repelente para aburrir, contando aquellas batallitas…que los ponían de los nervios , que si hoy soñé esto, que si ayer soñé lo otro, pero el día en que ya no pudieron más fue cuando les contó aquello del campo y las gavillas, él era el centro y el resto lo rodeaban adorándolo…Rubén el mayor muy cabreado le dijo aquello de ¡!FANTASMA, Anda y vete por ahí!!....y José se fue, pues no le gustaban nada las miraditas entre unos y otros, con tan mala suerte que se cayó dentro de un pozo…Unos beduinos que pasaban por allí escucharon unos gemidos y dieron la voz de alarma a los hermanos (que seguían a la suyo)….!!EHhh….se os ha caído algo al pozooo!!...a lo que contestaron…”Está muy profundoooo?” Siiiiiiii, muchooooo, respondieron-, (los hermanos pensaron que era un cordero lo que se había precipitado al pozo, que tenían muchos y que no iban a desplegar un operativo para rescatarlo….) dijeron a los beduinos “si sois capaces de sacarlooooo, es vuestro para siempreeeeeeeee”, OkKKKK. (Respondieron los beduinos).

Cuando José fue rescatado, ya había oscurecido, ningún vestigio ni de hermanos ni de rebaños, ni de na , por no haber no había ni luna, no podía regresar a su hogar, desconocía el camino, por lo que preguntó a sus libertadores “vosotros para donde vais?” para Egipto, respondieron, “pues ….me vale” y así fue como el hijo de Isrel se convirtió en aventurero.