Hay una parte de mi que anda a tu lado, yo siempre lo supe y lo sentí.
Pero quiero contarte algo que me sucedió esta mañana. Me levante temprano para pintar la cocina de mi casa, entonces necesite ir hasta el galpón donde guardo pinceles, pintura, etc… Resulta que hace años los había puesto en la pecera de vidrio donde alguna vez vivio una araña (¿recuerdas?), el caso es que debajo de pinceles, cubiertos viejos, papeles de todo tipo, también allí estaban en un sobre nuestro álbum de fotos y tus cartas. Hacía muchísimo tiempo que no me topaba con nada de eso, y no pude evitar la curiosidad por los recuerdos. Leí una carta y abrí el álbum.
De pronto me sentí extraño, algo sucedió en un sitio remoto. Cada foto que pasaba era una imagen que cobraba vida y se agitaba en lo más profundo de mi, llenándome de una felicidad extraña y de mucho dolor. Aquellos días en La floresta, el café en el bar, vos con mi guitarra colgada en aquel cuarto de pensión, que fue el primero que tuve cuando me fui de la casa de mis padres, del cual hace años que me mude, las fotos del hotel donde los dos tenemos el cabello mojado porque nos habíamos duchado juntos, las que nos sacamos tirados en el pasto, en el Parque Batlle, aquellas, juntos por el Centro…
Yo quería pintar las paredes de mi casa, pero un sentimiento que aún no comprendo del todo, me robo el paisaje y la calma, y no pude pintar ni hacer nada, así es que me cambie y baje al mar, a perderme o a encontrarme, quien sabe con qué. Pero el mar puede ser un gigante tirano cuando se lo ve con ojos sentimentales…
Comprendí en el momento que estaba acorralado por un instante de mi vida… Y ahora quiero transmitir una sensación tan intensa, porque bien pronto me abandono esa felicidad extraña, y frente al mar, la caída fue inevitable. Una ausencia sin rostro, o quizá con el tuyo, un dolor que se agigantaba sin poder comprender en que parte dolía, y ese abismo de agua frente a mi, como un pozo de melancolía. Me deshizo el instante, Poly querida, nunca imagine que podía estar tan a merced de un recuerdo. Descubrí un cofre sepultado dentro de mi, y se que hay otros allí, lo se…
Los dos andábamos por los veinte años, que hermosa es la vida desde allí, ¿no?
Sabes… Hoy el día esta gris y llueve. Aquí no intento hacer poesía: martes 17 de noviembre de 2015 llueve en Montevideo…
Hay una parte de mi que anda a tu lado, yo siempre lo supe y lo sentí.
Pero lo que hoy comprendí, es que hay una parte de vos que echo raíces en mi, y que puede acecharme frente al mar o en cualquier esquina. Fuiste tan dulce conmigo, y yo he sido siempre un tipo tan difícil de tratar, nunca ignore que también te hice daño, y no es que me sienta culpable, porque en verdad no lo siento así, pero, ¿podrías comprender si hoy te digo que me resultaba inevitable, y que necesito gritarte que yo también te recuerdo con TANTO cariño?
Después de un respiro y un café, puedo escribirte para contarte que tus fotos en verdad me dolieron, pero también me tornaron más humilde, más humano tal vez. Tengo una nueva dimensión.
El amor es tan cruel que nunca deja de florecer…
…Y vos, mi amor, nunca te vayas de aquí, porque a veces, tengo el descaro de necesitarte.
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