El delicioso aroma a las tortillas de arroz inundó la casa, haciendo que Ramya despertase, desde su lecho de heno miró por la ventana, aún no había amanecido, pero el olor indicaba que pronto el sol iluminaría a la pequeña aldea y que todos saldrían a cumplir con sus tareas.
La niña caminó hasta un rincón de la habitación, en aquél cuarto de adobe con suelo de tierra dormían las mujeres, su madre, su hermana mayor y su abuela, Ramya nunca entraba al ala de los hombres se consideraba una falta de respeto y ella era muy obediente, no se ganaría a propósito una paliza de su padre y sus dos hermanos. El cuenco de plata que buscaba estaba lleno de agua seguramente lo habían dejado ahí para ella puesto que notó que era la única que había dormido más de la cuenta , sumergió sus morenas manos y se lavó el rostro , terminado esto salió a la cocina.
El ambiente era seguramente el típico que se desarrollaría en cualquier casa al Sur de la India, el fogón ardía y las tortillas estaban casi listas, la mayor de las tres mujeres que allí se encontraban hundía sus callosas manos en las especias para preparar la salsa que tanto agradaba al padre de Ramya , su hermana disponía la leche y el espacio para que los hombres desayunaran y la madre pese a estar con un vientre hinchado de ocho meses iba y venía con leña para mantener el calor , todo era así desde que la chiquilla tenía memoria .
Los varones penetraron en la cocina con el amanecer , el padre , Navil , fue el primero que entró , no saludó siquiera , sólo hizo una inclinación con la cabeza y se dispuso a alimentarse , era un agricultor de rostro duro y de contextura delgada , en sus nueves años de vida Ramya jamás le había visto dedicarle una sonrisa , tan solo le daba órdenes , no era así con sus hermanos con quienes reía y hasta abrazaba .
Luego entraron a la cocina Savil y Marut , pero estos dieron contentos los buenos días a las mujeres , eran dos adolescentes de diecisiete y quince años respectivamente que luego de desayunar ávidamente salieron con su padre a los cultivos.
Al encontrarse solas las féminas comenzaron a comer , no podían hacerlos antes que los hombres o con ellos, en una ocasión Vayu , la hermana mayor de Ramya no soportó el hambre y a escondidas de su madre y su abuela robó un poco del arroz con curry que habían cocinado para su padre , lamentablemente Navil la descubrió y la golpeó tan fuerte en la boca que la niña , de ese entonces de doce años no pudo comer en casi tres días , Ramya recordaba el incidente con mucha tristeza pese a haber tenido solo tres años la rabia al ver que nadie detuvo los golpes hacia Vayu la marcó .
- Ramya, vete a buscar agua al río – Ordenó Maya, su madre quien se veía
Bastante ocupada bordando una tela rosada con hilos dorados seguramente era para Vayu, la chica cumpliría pronto los dieciocho años y estaba comprometida, su matrimonio se celebraría para el periodo de las cosechas y todos incluso padre, estaban emocionados preparando todo.
La solícita criatura salió enseguida de su casa con un cántaro de greda sobre la cabeza , la verdad ,su morada más que casa parecía una choza , estaba toda construida en barro sólido y el techo parecía ser un sombrero puntiagudo de paja sobre la estructura , su hogar estaba dividido en tres partes , la primera era el ala de los hombres , separada de la de las mujeres por la cocina en la cual se sentaban en el piso alrededor del fogón y más hacia las afueras se erguía el establo de los búfalos .
Ramya caminó hasta el río, el sendero era largo y pedregoso, cerca de allí estaba el sembradío y vio como su padre y sus hermanos trabajaban en el arado y los saludó alegremente , Navil la miró pero no le hizo ninguna gesticulación amable sin embargo , Savil y Marut le sonrieron amorosamente, con este último la niña tenía una relación muy cercana , el la quería mucho , le solía llevar frutas y si ella accidentalmente rompía algo en sus ratos de juegos, Marut solía auto culparse para salvarla del castigo.
Al llegar a su destino, Ramya sumergió el cántaro en el agua que según su abuela, era sagrada ya que lo protegía la diosa consorte de Vishnú, no estaba sola habían más muchachas de la aldea que estaban realizando su misma tarea, llevar el agua generalmente, era la misión de las más pequeñas de las casas, entre ellas reconoció a su amiga Shanti quien al verla se le acercó rápidamente
–Namasté- dijo la chica al estar a su lado poniendo sus manos en posición de oración y haciendo una ligera inclinación de cabeza , la aludida contestó con uno igual , las muchachas conversaron alegremente , Ramya se percató que su amiga llevaba un vestido nuevo color celeste , en cierta forma se diría que Shanti de diez años era muy afortunada , su padre al contrario de Navil y de la mayoría de los patriarcas del sector , adoraba a su hija , era muy consentida y su única labor consistía en ir a buscar agua algo que ella mismo rogó que le dejasen hacer para lograr entablar amistad con las otras aldeanas ,siempre lucía indumentarias distintas de telas cuidadosamente bordadas y probablemente era la única niña en toda la localidad que podía presumir de poseer bisutería de oro , su casa era muy faustuosa y su madre había fallecido al darla a luz por lo que su progenitor ,Mahesh era su única familia y para encargar la educación de su hija tenía para ella maestros, niñeras y criados .
Una vez a Ramya se le ocurrió preguntar porque la vida de Shanti era tan diferente a la de las otras jóvenes, incluyéndose, su abuela ,Usha , le contestó que la hija de Mahesh pertenecía a una casta distinta , superior ,sin embargo , para su dulce nieta eso no era justificación suficiente para el trato distinto que recibía su amiga por parte de su padre , ella en su inocencia , creía que todos los hombres deberían ser así con sus hijas al planteárselo a su abuela está muy seria le dijo :
- Mahesh es una excepción, no es correcto que trate a Shanti como una bendición solo al ser mujer no lo es, nunca lo olvides Ramya, somos la carga de nuestros padres y más de nuestros maridos si no les damos hijos.
Las amigas se despidieron y cada una se fue a sus respectivos hogares, al llegar Vayu la recibió con un gran abrazo y la invitó a ir con ella a la cocina, -¡Cuanto extrañaré a mi tierna hermana! – Pensó la pequeña mientras entraban al cuarto del fogón.
Maya estaba atareada con la comida, pronto sería medio día y no quería discutir con su marido si el almuerzo no estaba listo , Ramya observó a su madre un instante, era bella sin duda, de hecho nunca supo cómo un hombre tan feo como su padre pudo conquistar a aquella hermosa mujer de tez mate, ojos profundamente negros y labios parecidos a un botón de loto, su espesa cabellera negra caía en cascada sobre su figura esbelta y curvilínea la hacía verse casi tan joven como Vayu de no ser por el ya pronunciado embarazo , Usha le hacía votos a lord Ganesha porque fuese un varón ya habían caído en desgracia tras el nacimiento de Ramya ahora esperaban que el buen dios elefante se apiadase de su nuera y le permitiera concebir una vez más en su seno otro niño para Navil.
- Madre, el agua- Dijo por fin Ramya al ver que Maya aún no se había percatado de su presencia.
- Ah, gracias mi niña, déjala ahí y sigue con tus labores – Respondió ella con una encantadora sonrisa, Ramya sentía que nadie en el mundo la quería más que su madre. Continúo con su tarea de medio día ir a dar de pastar a los búfalos, tomó un palo algo más grande que su propia estatura y se dirigió a los establos.
Mientras Vayu cocinaba el puerco con los vegetales, Maya se acercó a la ventana a mirar a su retoño menor, Ramya, su pobre hija habría encontrado la muerte de no ser porque nació bendecida con una increíble belleza aún recordaba ese día con tanta claridad que se asombraba, era el cumpleaños de lord Krishna, no podía ser mejor presagió nacer en aquella fecha, nueve años antes había dado a luz a una niña llamada Vayu, fue perdonada pues al segundo embarazo trajo un varón y al tercero también , como su esposo era agricultor no podría permitirse otra hija puesto que pagar una segunda dote sería imposible ,mientras estaba encinta ella y su suegra rogaban para que otra vez los dioses les otorgaran un niño , a media noche inició la labor de parto y se sintió a morir cuando Usha con un semblante espantoso exclamó
- ¡Es una mujer! – El temor se apoderó de Maya , gracias al cielo su marido no se encontraba , había salido de caza con sus hijos y no volvería sin una pieza , de haber estado quizá la hubiese golpeado como hacían casi todos los aldeanos al darse cuenta que sus esposas parieron niñas.
- Vamos a darle jugo de tabaco para dormirla, cuando mi hijo llegue le diremos que tuviste un chico que murió enseguida y que lo enterramos en el jardín – Usha, al parecer no tenía remordimiento alguno, ya que en el país se creía que si se mataba a una niña el siguiente nacimiento sería el de un varón.
Ramya dio su primer respiro en situaciones completamente precarias, no tendría la misma suerte que su hermana Vayu quien al ser conocedora del plan de su abuela lloraba por no poder salvarla, cuando ella nació Maya rogó tanto por su vida que Navil, quien pese a ser un hombre tan rígido como una roca, la adoraba, dejó que su primogénita viviese.
Maya aún estaba débil, pero oía como su suegra machacaba las hojas de tabaco para la mezcla mortal, su corazón sufría, ella amaba a su hija quería por lo menos verla.
- Por favor hija mía acércame al bebé- Pronunció apenas la pobre mujer, Vayu se acercó vacilante con su hermanita envuelta en una sábana limpia que logró encontrar y la puso en el regazo de su madre.
Al verla Maya quedó muda de la impresión, su hija tenía una tez morena pero con un precioso matiz dorado, una boca bien formada y pequeña, una nariz chiquita y al abrir sus ojos, notó que eran tan verdes como las profundas selvas de su país, no podía dejar que muriese, eran tan hermosa , llamó a Usha y esta al observarla detenidamente decidió no asesinarla , su nuera tenía razón era tan guapa que quizá ni siquiera necesitarían una dote para darla en matrimonio , la lactante fue llamada Ramya que significa “hermosa” y cuando su padre llegó ya estaba siendo amamantada por lo que romper el lazo era imposible , secretamente , Navil estaba orgulloso , de él , había nacido una niña más bella que las princesas de los cuentos de Krisna pero claro , eso jamás nadie lo sabría .
Maya sonrió, eso había quedado en el pasado, ahora Vayu se casaría con un joven de la misma casta y su adorada Ramya lo haría quizás aún más tempranamente que ella. O eso, era lo que planeaba sin saber que el destino le tenía a su hija menor un plan muy distinto.