El sol
besó la osamenta calcinada
por vez primera y
la sonrisa aparente
de la calavera gritaba
su protesta,
una pregunta congelada.
El viento del desierto
señalaba inútil el tesoro y
los huesos destruidos
denunciaban la metralla
la verdad silenciada
y el odio desbocado
de los traidores.
Se detienen
los pasos angustiosos
la eterna pesquisa y
el llanto reprimido.
Acerada la demanda constante y
las voces rebeldes que exigen
juicio
castigo
y descanso.
Texto agregado el 12-11-2015, y leído por 103
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
13-11-2015
Que maravillosa imaágen.
Quizás la sonrisa no era tal.La calcinación pudo poner ese gesto; pero
me encantaria que si pudieran revelarse.
Si pudieran ellos vengarse y gritar su
verdad seria lo mejor...
En definitiva estoy imaginando tu relato y
queriendo sea como lo
pasmas *****
Victoria 6236013
12-11-2015
Estoy de acuerdo en que los muertos clamen justicia y poder reunirse con los suyos para descansar por fín, (hablo de España donde los verdugos ya han muerto, y el castigo espero que lo estén recibiendo)***** eLisatab
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