Que mejor remedio para el corazón y el alma que una taza de té y un libro. Te hacen desaparecer por un rato, no importa cuanto tiempo sea sino lo que ese lapso de tiempo te haga sentir.

Puede que sean un gran complemento, y lo son, solo porque son opuestos;
El libro saca el alma del cuerpo y hace que viaje por mundos inimaginables.
Y por el otro lado, el té, hace sentir ese reconfortante calor en el pecho que te recuerda de lo terrenal, que la esencia de las hojas que contiene pertenece a un lugar llamado La Tierra.
Puede que sea triste recordar la realidad pero eso no es importante cuando solo es especial ese preciso momento y no el siguiente ni el anterior, cuando solo te importa el presente, cada palabra de cada párrafo y cada trago de esa bebida caliente.

Existen momentos mágicos, unos están relacionados con hadas y duendes que cumplen tres deseos y otros con escenas cotidianas como sentarse en un sillón en una tarde lluviosa y fría a leer y a tomar té.