Erraré despreocupado tras el arcoíris,
entonando canciones indie
sobre los epitafios de la beldad,
mas apenas tengo voz y pies
y no sé si andar y cantar o parar.
Rememoraré con nostalgia Venezuela,
cuando despierte en lo alto de un jequitibá.
Trocaré mi título en Derecho
por las cerosas alas de Ícaro,
poco más le puedo dar.
Volaré cosquilleando las nubes,
pretendiendo me alcance su sombra,
entonces Dios se encolerizará.
Sólo le pido que me abrace
y de vuelto me abrasa el sol.
Me abstendré de regresar.
Hasta las aves anidan, es cierto.
Pero tan sólo alas troqué, del resto soy hombre.
no quiero y no quiero…
o tal vez quiera.
Tal vez pacto con el olvido,
sueño desesperanzado,
continúo caminando para no llegar;
anhelo latinoamericano
¿en ti podré descansar?
Por los llanos, los andes y el caribe,
el asfalto siempre va y el mar se zarpa siempre,
los caminos verdes, muchísimos los rieles.
Pintaré los cielos de Salto Ángel,
para que lo admire mucha gente.
Esa mañana despertaré con una mochila.
Sé que es absurdo lo que pienso.
Veré siete franjas de colores,
y hastiado de mis miedos,
odiándome, erraré.
|