Vivo en este mundo lleno de patrañas y mentiras. Vivo en este lugar, donde la palabra de un desconocido vale más que la mía. He de perecer mis días en este lugar, en donde ser diferente es tan malo como asesinar, en donde la incoherencia reina y la ignorancia se envidia.
Vivo en un mundo, en el cual las personas se asesinan por poseer diferentes creencias sin poder entender que lo que importa no es el dios ni sus milagros, sino lo que enseña con sus versos. Vivo este mundo, donde las personas mienten, porque la verdad jamás es creída.
Un mundo, en el cual la persona más sincera es la más mentirosa; un mundo, en el cual el que realiza más actos dulces es quien planes más oscuros posee. Es un mundo de cabeza y tan desquiciado como la mente de quienes lo gobiernan. Poco lo notan, pero menos aún lo hablan.
Vivo aquí y aquí me quedaré, pues no tengo opción alguna, más que tratar de hacer de este un mundo, en el cual mi familia pueda vivir sin mentiras, sin violencia innecesaria y sin personas que los obliguen a creer, sentir o soñar. En un mundo, en el cual su palabra importe y las personas se comprendan, cual yo los comprendo a ellos. Un mundo en donde todos se respeten sin importar de dónde vienen, como se ven o qué es lo que poseen.
Un mundo en donde soñar no sea ilegal. |