Hacia mi venís.
Con la decisión de la nube que se sabe aguacero
Con tus días quebrados
Con tus manos anchas de espera
Con las heridas que te abatieron
y volvieron a armarte
¿Cómo temer lo que aún te duele?
Pantera en el hielo.
Águila lejos de la cima
Distinguiría tu pisar en el frío asfalto
o en la hierba lejana.
Flor sobre flor
Tu palabra,
tu mirada que me vio antes.
Tu sonrisa en la que no beben
mis fantasmas.
Tu verdad que es puerta abierta.
La paciencia que nos sana.
Un viento, amenaza de inmovilidad,
muta en brisa,
mueve las aspas
desde la entrañas se siente el agua.
Texto agregado el 10-11-2015, y leído por 185
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