Las mascotas de Noé

Noé era hijo de Lamec, nieto de Matusalen (tuvo abuelo para rato) y biznieto de Cain, según cuentan era un hombre con fobia a la lluvia, al que le gustaba construir buques y muy amante de los animales, desde su más tierna infancia (60 años, teniendo en cuenta que la expectativa de vida de la época eran 900 años tirando por lo bajo) “fue emancipado” por su familia harta del “niño”, que no hacía otra cosa que llenarles la casa de bichos vivientes.

Abandonó el hogar paterno seguido de sus mascotas una 15.000 más o menos, y se estableció por su cuenta con la intención de crear el primer Zoo dentro de un barco, sin pensárselo dos veces, se puso manos a la obra (de carpintería) y pasito a pasito añito a añito (unos 25 calculo yo), construyó un transatlántico, de unos 20 pisos, con ascensor.

Poco a poco fue acomodando a mascotas y familia dentro de la nave, hasta un día en que miro por la ventana de su camarote y observó con disgusto que se acercaba un diluvio, dijo a su mujer, Nena!! Recoge el tendal que va a llover y mete a los niños (Can, Set, Jafet y hermanas).

Y vaya si llovió….40 días y 40 noche sin parar (os digo una cosa, que no fue para tanto…algún invierno en Galicia llovió el doble), pero parece ser que las aguas cubrieron las montañas más altas, (se ve que en aquella época la tierra no estaba muy perfeccionada y era impermeable, con el tiempo se fueron subsanando estos pequeños fallos).

El Zoo emprendió un largo crucero sobre las aguas hasta el día en que llegó la paloma con una ramita de olivo en el pico, y Noé que estaba hasta las narices de aguantar a su familia, que parecían fieras enjauladas, aprovecho la ocasión para hacer escala en el monte Ararat, donde organizaron un picnic y contemplaron maravillados la salida del primer Arco Iris.

(este personaje no da para más, porque no quiero meterme en líos, pero se comenta que pasó algo muy escabroso con sus hijas)