Las mil y una noches eróticas de Katherine y Anthuan.
La primer novela erótica escrita online.

Sigue desde I.
II

"El cuarto se iluminó al estallar un rayo, los vidrios vibraron a la vez que una luz fugaz expuso fragmentos de sus cuerpos desnudos arañándose, fundiéndose atávicamente entre la humedad recién adquirida por la lluvia, y el licor esparcido:

«Besa mis pupilas
mis labios rojos
borrachos
enfermos de deseo
recórreme
recórreme entera
besa mi boca roja
ansiosa de tu lengua
en mi lengua
hazme bullir en el paroxismo
de tus palabras
vulgares delirantes
porque deliro
deliro bajo tus manos
deseosas de mi carne
deliro
en tu mirada tan profunda
en el conjuro sexual de tu idioma»


Sus palabras fueron seguidas de un fogoso beso que eliminó toda censura en las manos de Anthuan. Libres y creativas se movían sobre su piel como un pintor sobre la tela; ella sentía en toda la extensión de su piel la firme erección de Anthuan, cada poro era alcanzado por su fuego desbordando los sentidos, calor con el cual había dejado de temblar.

Ya en la cama y posterior al frenético oleaje de sábanas siguieron unos largos gemidos y el estrepitoso sonido de otro trueno. Ambos amantes cayeron a un costado de la cama extasiados, él queda mirando la ventana, Katherine después de unos segundo de mirar el techo se sienta y le pide algo;
-¿Qué me dices?-
-Tienes algo para beber,…eeh…-
-Anthuan -
- Anthuan, disculpa si apenas sé tu nombre-
Katherine, se extraña tras la pronunciación de ese nombre, ya que había oído que el conserje lo había llamado de diferente manera, de todas formas se levanta para comenzar a vestirse, él hace lo mismo, a la vez que busca algo en su abrigo empapado, saca unos cigarros, pone expresión de alivio al comprobar que estaban secos . Le extiende uno a Katherine
-¿Cuál es tu nombre?-
-Katherine -
-Mucho gusto- recibe el cigarro y le extiende la mano para saludarlo

Entre cada bocanada de humo, ella recorría su cuerpo masculino con la mirada, se detenía en los tatuajes coloridos de símbolos alucinantes que cubrían gran extensión de la espalda y los hombros, se preguntaba si serian de alguna secta, también se inquiría el motivo por el cual había cambiado su nombre o si a lo demás lo ocultaba y a ella no, sin duda guardaba un secreto, algo que no podría contar en un primer encuentro, o a caso en ningún encuentro…

Anthuan le tomó suavemente una mano, comienza a desvestirla lentamente adosándola a su cuerpo moreno y tibio mientras le recita en francés y español otro poema, quizás de su autoría, tal vez no; ella estaba decidida a averiguarlo."


Continuará en III.

Novela escrita entre varios autores en el foro Eroticalia:
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