Abre la ventana
mil sonidos de alba,
ranas, chicharras, pájaros.
¡Pájaros…
todos los pájaros del mundo
cantan para mi ventana,
todos, todos!
El viento se enreda
en el viejo molino,
suelta los gemidos
de ángeles al despertar.
¡Ángeles…
todos los ángeles del cielo
gimen para mi ventana,
todos, todos!
En la boca abierta de mi ventana
cruje la vida.
Los árboles se mecen,
unos por aquí, otros por allá,
en vibrante algarabía.
Todos miran para acá.
¡Los árboles…
todos los árboles de la tierra
miran mi ventana,
todos, todos!
Y estoy aquí,
de este otro lado,
inundado de silencio y dolor
mirando mi ventana abierta
martillándome de vida.
¡Vida…
toda la vida del universo
entra por mi ventana
y me pasa la cabeza de largo
por el hueco de la bala
que la muerte me dejó,
toda la vida, toda!
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