Cain y Abel
Adan y Señora ya eran oficialmente pecadores de pleno derecho, es más ellos son los inventores del pecado...y transmisores del mismo a todas las generaciones del mundo mundial, lo que más me llama la atención es que el "pecadito de marras" haya pasado a la posteridad como !! ORIGINAL!!, original hubiese sido que se hubiesen comido a la serpiente, pero una manzaaaana?, bueno es igual, el caso es que una vez descubiertos los placeres de la carne, se ve que le dieron "al manubrio" y….engendraron a dos criaturas (parece ser que a más, pero estas son las "legendarias") a las cuales….bautizaron? No, imposible, Juan el bautista, ni estaba ni se le esperaba, no deja de ser irónico que todos los "cristianitos" pasados, presentes y futuros(por su grandìsima culpa) hayamos tenido que pasar por “la cascada” y estos hijos legítimos de los “TITULARES” se libraron, ni tampoco consta que hubiesen manipulado su instrumental (y no quirúrgico, precisamente), les pusieron de nombre (vamos a dejarlo así, porque de alguna manera tendrían que llamarlos) CAIN Y ABEL.
Los niños no podían ser más diferentes (si no fuese porque no había más seres humanos a su alrededor, tendría serías dudas de la paternidad de Adàn, al menos en uno de los casos), el mayor Cain, era moreno, de fuerte complexión, rudos modales, con abundante pelo oscuro, muy oscuro y terriblemente enmarañado, y unos ojos (dos) negros, como un pozo sin fondo de aviesa y trasversal mirada, Abel, era rubio, de extremada delicadeza en sus ademanes, larga y sedosa cabellera, y unos ojos (dos también) de dulce, directo y azulado mirar.
Sus progenitores estaban seriamente preocupados, por las continuas disputas de sus criaturas (a la sazón ya no lo eran, en el sentido estricto de la palabra, ambos se acercaban a la veintena, uno después del otro) que por el menor motivo se enzarzaban en cruentas peleas de las que siempre y debida a su delicada naturaleza, salía mal parado Abel, que en las contiendas ya se había roto varios huesos de la cara, extremidades superiores e inferiores, varias costillas y cada dos por tres, ambos ojos amoratados, por junto y por separado indistintamente, ante tal despropósito , el padre (que no tendría precio como visionario) dijo a su mujer “Tenemos que separarlos o Cain acabará matando a su hermano de una paliza” y dicho y hecho, enviaron al mayor a cuidar los prados más alejados de la vivienda familiar, mientras el pequeño disfrutaba de las comodidades del hogar con la única obligación de cuidar al rebaño, en las cercanías del mismo.
Abel se pasaba las horas muertas al sol tocando la flauta mientras echaba un "ojillo" a las cabras, cerdos y corderos que tenía a su cargo, hasta que su mama le acercaba ricas viandas para saciar su apetito, por el contrario Cain alejado de los suyos, trabajaba de sol a sol como una mula, arando los campos, plantando y recogiendo el fruto de sus manos, con el que surtía la despensa familiar, hasta que llegaba su papa, con el frugal alimento (su madre opinaba que estaba demasiado gordo, y lo tenia a dieta de hierbas hervidas), !!vamos a ver...!!el cabreo de Cain era comprensible, y el odio que sentía por su hermano se acrecentó día a día.
Una mañana Adán se sintio indispuesto (a consecuencia de los efectos secundarios del pecado, pues a partir de el, se convirtieron en simples mortales con todo lo que esto conlleva) y no pudo llevarle la comida al hijo “desterrado”, a Eva le pareció buena idea (sera la madre de la humanidad, pero iba justita de neuronas) que Abel se la llevase, preparó dos bolsas de alimento, en una puso Cordero asado con guarniciones varias y patatitas al graten, vino y postre, en la otra hiervas hervidas y agua (por lo de la linea).
Abel llegó donde su hermano, hecho un pincel, con su mejor túnica y una sonrisa de oreja a oreja que dejaba ver sus blancos y perfectos diente, mientras su hermano cavaba un campo con toda su energía, sudando copiosamente por todos sus poros, con el pelo hecho una maraña y con cara de pocos amigos pues ese día tenía un fuerte dolor de muelas.
Mientras esperaba que su hermano hiciese un alto en el trabajo, Abel para entretenerse tocaba la flauta, despreocupado, tumbado al sol sobre una roca, Caín se detuvo, pues el hambre apretaba y el olorcillo que desprendían las bolsas despertaron su voraz apetito, tal y como estaba, de tierra hasta las cejas, uñas incluidas), se sentó junto a su hermano esperando su ración, la cara de desaprobación de Abel y el comentario impertinente que hizo a continuación “pareces un cerdo”, le enervaron ligeramente pero mantuvo la compostura, Abel extendió una bolsa a su hermano al tiempo que esparcía el contenido de la suya sobre la roca que les servia de mesa, y cuando vió que Abel no tenía ninguna intención de compartirla, sin dejar de comer con una mano, buscaba con la otra a tientas sobre la tierra que rodeaba el peñasco algún objeto que poder arrojarle, y lo encontró !!Una quijada de burro!! con tan mala suerte que….(tenéis que perdonarme, pero las lágrimas me impiden seguir escribiendo !!fue terrible lo que pasó a continuación…..!! !!que fuerte!!). |