Y allí donde estás,
¿Sigues siendo tú?
Primer día de noviembre, 2015:
Soy una yacuruna varada junto al faro Punta Ángeles, desde allí vigilo el septentrión y cuando mama Killa está redonda sobre el cielo, me pregunto: ¿qué ignominia te ha dejado adormecido...?
Tus olas ya no golpean con furia las rocas, ya no las pules, ni las deformas. Ni tu espuma escribe, en hojas sueltas, sobre tus contribuciones a la revolución...
Te contemplo. Y ese polvo blanco en tu nariz te ha dejado ¡tan conforme...!
Enajenado,
callado,
mediocre,
desconocido...
Como el sorbo amargo de un grano de café enfermo.
Satanizando izquierdas, satirizando derechas, violando, uno por uno, ideales, mientras te culea el consumismo
De rodillas, sometido, eres una esquirla metálica en mis ojos...
¿Alguna vez creíste que sería distinto? ¿Alguna vez creíste que podrías escapar?
La traición te ha convertido en polvo...
Tus acompañantes te han dividido en dos líneas.
Empezaron a inhalarte...
...
Tu yo combativo, perdido en un librito amarillo junto al malecón, elucubra sobre Ortega. Y por su ceño fruncido y la reproducción de una mueca perfecta, de auto reprobación, presumo que fuiste víctima de la desilusión.
...
Es fiesta de los muertos...
Las puertas del Omeyocán fueron abiertas...
¿En qué iglesia olvidaste a los rebeldes y su guerra?
Nuestra guerra...
...
Acallado mi canto, los bramidos del monstruo, me han atravesado el pecho...
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