A toda costa busco
evitarte. petulancia.
Para ello trato
de colocar un dedo
en mis consabidas grietas
y en las enormes fisuras.
No permito así
que en un ínfimo lapso
penetres y seas
la reina de los dominios.
Porque eres hechicera
como luz divina, encantada,
pugnando por caminar
en mis calles.
Sé que no soy
ni he de convertirme
en tu elegido.
Texto agregado el 02-11-2015, y leído por 148
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
03-11-2015
Bella poesía, sabia reflexión, Poetacho tan admirado y querido. Besitos. SOFIAMA
03-11-2015
Me gustó mucho tu poema, tiene algo del "yo común" que lucha constantemente.
Un abrazo. gsap