La luna reflejada en el mar muerto,
y yo contemplándola, como la muerte,
muy feliz porque a vivir ya he vuelto,
aunque ya vuelto en un loco demente.
Vivo para matar pues en vida morí,
Y mis padres la conocieron primero,
yo también, desde el día en que nací,
pues he sido maltratado por ser bueno.
¿De que te sirve ser una gente buena?
Si solamente se aproechan de ti,
bondad, de la tortura es el emblema,
estoy harto de ser bueno, harto de mi.
En eso veo una tortuga pasar,
¿Qué? ¿Se trata de una prueba para mi?
Soy más fuerte que ella la puedo matar,
Le haré a ellas lo que ellos a mi.
En eso cojo a la pequeña verde,
esta se esconde en su caparazón,
y con una piedra la golpeo fuerte,
siento como late fuerte mi corazón.
Su caparazón esta ahora roto,
Creo que es un reflejo de mi corazón,
o de mi mente, me siento algo loco,
Pero talvez, estoy entrando en razón.
Una pedrada más y esta morirá,
y nacerá en mi un nuevo ser fuerte,
seré un ser fuerte sin vendas ni piedad,
alguien que no confía ya en la gente.
Me preparo a dar una pedrada más,
y la tortuga se une con mis padres,
con mi hermano, con mi alma, la muerte,
y de ser bueno me convierto en capaz.
La tortuga se convierte ya en liebre,
y la liebre se convierte en jabalí,
y llega entonces el mes de diciembre,
y llega también un sádico por allí.
De pronto las personas desaparecen,
y me desaparesco para no morir,
y entonces más personas ya perecen,
y nuevamente me alejo de allí.
Me he convertido en un asesino,
sólo tengo una razón para vivir,
disfrutar de sus sangres como al vino,
mataron mi familia, y van a morir.
3140 a.C. |