ACTO ÚNICO Y MUERTO En el bosque del infortunio, se ve que ella se está yendo, después de terminar una conversación acalorada. Él la coge de la muñeca con fuerza. ÉL: No creas que no te buscaré ELLA: ¡No lo harás¡ …TE LO PROHÍBO ÉL: ¿Es que acaso ni siquiera te podré saludar en la calle? Fue la mirada de ella más determinante que sus palabras. Desde esa fecha, él jamás se hizo realidad.
Texto agregado el 23-10-2015, y leído por 155 visitantes. (3 votos)