Hay un último suspiro
en las glicinas;
perlas marchitas
que de a poco se desprenden.
Lucen su levedad
resignadas;
gotas de nieve ayer,
hoy solo cáscaras
dispuestas a morir
entre los brotes
de nuevos retoños
y una rosa.
Hay paz en sus miradas
que no observan,
y nada que decir
por saber tanto;
tan solo comprensión
de haber llegado
al fondo del dolor,
al sol, y al aire,
a ser fruto de dios,
y a dar las gracias.
Texto agregado el 17-10-2015, y leído por 287
visitantes. (8 votos)
Lectores Opinan
18-10-2015
Nosotros te damos las gracias por haber compartido tu poesía. angel_de_arte_oscuro