DE CAMPANAS Y OTRAS COSAS
Ya repican mis campanas
los albores de mi cuerpo;
un ángelus verde y loco
me galopa en el cerebro,
me traspasa todo el vientre,
¡ay!, me resuena en todo el sexo.
Por ti llaman mis campanas
a los oficios primeros,
¡ay!, oficios de ternura
de la liturgia del beso.
Mi pecho ahora es campanario
gozándome por los senos.
Soy toda yo una campana
abriendo su oculto sueño.
¡Soy un repicar silvestre
inundando el viento entero!
“Campanario pleno” de Lil Picado.
Ay mujer piadosa que vives bajo el techo de tradición Chung* donde tu copa huérfana de badajo no tiene quien le arranque de su interior los sonidos, pero vibras ahora estruendosa en la alegría y en la tristeza cuando alguien ajeno golpea tu cuerpo desnudo que espera ansioso el duro embate le arranque la sonoridad melodiosa del mensaje que lo mismo hablará al cielo y al inframundo.
Nadie lo escuchará, pues lo de arriba no se ocupa de lo mundano de abajo, y lo que está debajo solo es carne pútrida, osamenta desvistiéndose inexorable de lo humano.¡Adelante pues!, cual el símil que ahora evoco y tu aleación vibre pasional pendiente del jubo que te sostiene y del cual te meces y éste soporte las cabriolas inventadas cuando al embate del badajo te estremeces.
No temas, quien se ha ido no cuestionará tu conducta, en la búsqueda de su propia luz ahora se entretiene y si al repique de Animas el éxtasis lo alcanzas con ese extraño... ¡gózalo!, quien ha muerto a lo terreno ya no vuelve.
Y si tu pasión se ha convertido en lujuria tardía de mujer viuda, repiquen entonces a clamor las campanas al alba anunciando vehementes un entierro, tal vez el sonido se convierta en albricias y el badajo que te golpea conserve su vigor hasta el tañido del tercer Ángelus al terminar el día.
Disfruta mujer el placer que ya no puede darte tu marido ausente, al “qué dirán” vuélvele la cara y, si alguien preguntara ¿Por quién doblan las campanas?, diles que no tañen por el muerto que yace en el foso, ni por el vivo que ahora te erotiza, diles que tañen albricias por ti, porque de Anteros te has vuelto sacerdotisa.
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*En campanología, se dice de aquellas campanas que no tienen badajo en su interior en china pertenecen a la tradición Chung.
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