Oscurece ya El perfume del jazmín Eriza su piel Madre mía, A veces recuerdo Como me hacías dormir Con el solo arrullo de tu voz. Un tigre ruge Entre los altos bambús La madrugada. Se cruzan las miradas Y relumbran como dagas en la noche. Bajo la luz del crepúsculo, La imagen de un ciervo Se refleja en el arroyo. Pedaleando con furia Contra el viento Intentando tocar el alba. Debajo del alero Tras una cortina de lluvia Se acurruca un ruiseñor. Cuando muere el crepúsculo Aparecen las estrellas.
Texto agregado el 15-10-2015, y leído por 169 visitantes. (4 votos)