Aniversario

Cuando dos manos, por fin, se enlazan
culmina un tiempo harto soñado.
Un momento dulce y delicado
de dos seres que, decididos, transan.

De ese regalo nunca se cansan
pues no ha sido él, inesperado.
Es miel soñada, tierno desenfado
en los movimientos de dos que danzan.

Así pasa el tiempo insensible
por la anestesia como cariño
que se mueve como un intangible.

Es ciego, es sordo e imbatible
como es el asombro de un niño
ufano, es mundo impredecible.

Estos versos, con estructura de soneto, son para mi hija y mi yerno.Cumplen tres años de matrimonio.