Peligro de derechos de autor de obras originales
Permítanme aburrilos con la descripción de los diferentes métodos de protección de derechos de autor y con ello llegaremos al peligro al que aludo en el título:
Registro físico. Cada país tiene en general un registro donde se entrega un número que refleja dónde se ha archivado cualquier tipo de obra intelectual. Son sobres cerrados que, únicamente en caso de disputa, un juez puede solicitar para dirimir la autoría.
Registro en Safe Creative. Funciona igual que el anterior pero en línea, en internet. En lugar de un sobre, se “deposita” cualquier contenido en alguno de los formatos digitales (Docx, PDF, Mp3, etc.). Está bastante difundido y ya es aceptado por la mayoría de los sistemas judiciales de los diferentes países.
Licencia Creative Commons, es la más dúctil y gratuita. He hecho infinidad de entradas que la llevan; si las ven, quiero recalcar que la “licencia” no es solo el botón. Detalla el título de la obra, al autor y la dirección donde se ha publicado en origen la obra. La protección, en este caso, la constituye la misma red al hacer cualquier entrada en cualquier lugar del planeta; automáticamente es tomada por al menos cinco de los buscadores globales. En caso de disputa, nuevamente, cualquier juez puede pedirle a algún buscador que le confirme: contenido, lugar, fecha y hora de la publicación de la obra.
No me malinterpreten. Tengo varias antologías publicadas digitalmente y yo regalo mi obra, cualquiera puede descargar partes o toda. Ni siquiera espero ser editado en papel y no compito.
Pero…, imaginen que alguien copia una producción realmente original, luego la cuelga en su blog personal en internet y le coloca a su nombre la licencia de Creative Commons. Es una forma de plagio que, por ahora, no podemos remediar y que incluso fomentaríamos.
Carlos Caro
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