El deseo
Deseas, luego, existes.
¿Pero qué es el deseo? ¿Anhelo, necesidad, pulsión? Algunos se dejan llevar por el deseo soñando encontrar felicidad al conseguirlo. Otros dicen que solo trae sufrimiento.
El deseo es personal y, cuando se alcanza, muere. Siempre está en “otra cosa”, por eso nos hace avanzar. Se relaciona con la esperanza, porque se trata de lo que nos falta y esperamos obtener.
"En el fondo amamos nuestro deseo, y no aquello que deseamos."
Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filósofo alemán
El deseo es el camino; llegar al final no siempre nos satisface. Sentimos que se acaba esa sensación de búsqueda que le daba sentido a nuestra vida. Pero pronto nos encontramos anhelando algo más, y así comenzamos un nuevo recorrido.
Ese anhelo otra vez nos moviliza; es fuente de inspiración y creatividad, y la meta se encuentra al final de una serie de esfuerzos y de una gran entrega. Algunas veces postergamos ese último tramo para disfrutarlo más, como cuando leemos un libro que nos atrae. Hasta sentimos una especie de duelo al llegar a la palabra fin.
Hay quienes se boicotean para no cumplirlo; incluso obtienen cierta satisfacción en el fracaso.
El éxito también puede provocar pánico. Hay muchas razones que nos acercan a ese temor, una de ellas sentir que no merecemos ser exitosos, otra es no saber hacer uso de la libertad que existe al tomar una decisión o pensar que la imposibilidad de saciar nuestro deseo por completo es una tragedia que no merece esfuerzos.
Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia.
Henry Miller (1891-1980) Escritor estadounidense.
El ser humano es un ser deseante, un buscador de algo que no sabe bien qué es.
Permanecer inmóvil, sin proyectar algo nuevo, sin esperar nada, se asemeja bastante a morir.
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