me enfrento a esto y a lo de allá, a si la revolución consiste en plantar pimientos, no hagas la guerra, planta pimientos. legiones de plantadores de pimientos verdes y rojos. ya nadie en el menudo diría me importa un pimiento para referirse a que se la suda, se la repampimfla, se la pela, le da igual. ahora el pimiento sería algo granduoso y fastisísimo. Se crearían efigies odas himnos lienzos figuras de arena de playa, dedicados a su honor, la bandera del nuevo orden mundial sería un pimentón picante, bravo y (no se que poner pero poner algo). y al final el capitalismo el capitolio el capitulo de los simson por fin acabarían y nos dejarían un gran sabor de boca asi con ajitos frititos y viviriamos felices y en un pisto y no pisto seriamos libres, y gritariamos me importa un pimiento y recordariamos cada año en el dia del pimiento a nuestros ancestros con su hazada el dia que plantaron los pimientos y lloraríamos de alegría y como protesta quemariamos pimientos transgenicos y nuestra dieta seria el pimiento organizaríamos concursos al mejor helado de pimiento y el pimiento por fin ocuparía el lugar que se merece, nunca bajo tierra. eso seria un sacrilegio. el pimiento deberá plantarse por ley a una altura minima de 3 metros sobre el resto de cultivos como símbolo de su importancia y en una urna de cristal para poder admirarlo y viva el pimiento y al final... este mundo precioso y libre que se desato de las ataduras de la dictadura del capital, volvería a la dictadura pimentonera. que así la estudiaron en los libros de texto en las escuelas los niños del 2159 d.c (ac) acdc metallica. saludos hermanos