Tiene su espalda cansada.
Por la artrosis dirían
los galenos.
Pero yo sé
que es por los senderos
que la acercan al ocaso,
agotada de caminar tormentas
a lo largo de la existencia,
De lo que hace caso omiso
para enfrentar la adversidad
que la reta a cada paso
y que se esfuma ante su empeño.
Es sin embargo dulce
y su dulzura cala hondo
como si uno fuese un recién nacido
y recibiera las caricias primigenias.
Texto agregado el 06-10-2015, y leído por 133
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