Primero que nada se debe buscar un terreno que conserve una superficie dócil; sin grandes irregularidades. Así usted no perderá el equilibrio mientras se realiza la pataleta.
Luego se procede a posar ambos pies sobre la zona escogida, cerciorándose de que los puntos de apoyo estén bien seguros sobre el pavimento seleccionado (puede ser de tierra, arena, baldosa, etc. Va a depender de la intensidad y el melodrama que se quiera conseguir). Este punto es muy importante pues se puede perder la verticalidad cayendo estrepitosamente, conduciendo el patatús a realizar en un fracaso absoluto.
Ahora es cuando el juego de las piernas entra en acción; hay que fijarse bien en moverlas paralelamente (aproximadamente de diez a quince centímetros entre ellas), y conservar una exigente rigidez, la velocidad de movimiento va de la mano con los gruñidos, pero ese punto lo veremos mas adelante. Recuerden que la cintura es quien hará el movimiento y las extremidades inferiores sólo conservaran un suave balanceo de izquierda a derecha. Por ello recalco con tanta insistencia las superficies a elegir.
Como ya suponemos que estamos bien instruidos en la posición básica de nuestra pataleta, proseguimos con lo más difícil. Que es el tórax, dichos movimientos se deben mezclar con el de los brazos; y posteriormente incluir la gesticulación y sonidos varios.
Esta parte la deje para el final, pues se necesita concentración absoluta debido a que todas las partes restantes deben moverse al unísono. El éxito de nuestra incursión depende exclusivamente de que logremos un perfecto acople entre todos los movimientos; haciendo que cada parte calce con su contraparte con la presición de los mecanismos de un reloj.
El diafragma se debe abrir y cerrar al compás de los gruñidos que tomaran forma a través de bocanadas de aires, se recomienda hacerlo con la boca entreabierta moviendo la cabeza de arriba hacía abajo. Ahora antes de cerrar este capitulo me gustaría tocar un punto que considero interesante. Es que; dependiendo del estado de ánimo que queramos darle a nuestra pataleta, los gruñidos pueden ser cambiados por ruidos agradables o desagradables, como se considere adecuado a la situación en particular.
Finalmente debe ser una conjunción de movimientos; piernas (rígidas), tronco toráxico, cabeza (de arriba para abajo), y los gruñidos complementarlos con los brazos adheridos a las costillas (pero conservando pequeños movimientos reflejos), así podrás darte cuenta de que realizas una especia de “baile” estricto a las leyes de movilidad de nuestro personaje (Dicho personaje se elije de acuerdo a la intensidad de la pataleta, generalmente se suele usar a Frankesteiner por el melodrama, pero también se puede usar a Drácula, el Chavo del Ocho, Batman, etc)
Bueno espero que estas lecciones ayuden a perfeccionar tu Baile frankesteiner y ante cualquier duda puedes dejarla en los comentarios.