Suenan en la penumbra
los blues de la memoria.
La caricia de la oscuridad
se halla en sitios perdidos.
En el aire, late un desahogo
de mariposas con alas truncas.
Un desandar de otros odios
cubre su disfrazada desnudez,
triunfo mujeril cebado en alcohol,
que guarda el sabor de abrazos
pagados con marchitos delirios.
Es la noche, que finaliza doliente,
susurrando un quiero irme contigo
que esconde el precio del olvido.
Es una arpía la soledad del vacío
que carcome a los desamparados
cuando el cabaret cierra sus puertas.
Texto agregado el 03-10-2015, y leído por 198
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