No sé cómo seguir ni como mantenerme aquí. Estoy sentado y a veces acostado, pero en un cuarto en el que ni siquiera puedo ver mis manos por la oscuridad que hay aquí. Vamos, si fuere por dar pena habría gritado a todo el mundo que deseo suicidarme, lo cual sería tan patético que no lograría causar más que pena y risas de algunas personas, lo cual no me interesa.
Últimamente he estado escribiendo sobre la gente que ya no está, termina siento aburrido no encontrar reemplazos. Pero al fin y al cabo no son más que basura que no merece ser recogida, no son más que personas que en algún momento dijeron entenderme y no lograron conocer una pizca de lo que era mi persona, de esas personas que al ver fuego comienzan a correr como idiotas sin querer apagarlo, lo cual, sinceramente me apenó.
En los últimos años he intentado llorar varias veces, cuando estoy tan frustrado que mis nudillos no aguantan más y golpean los muros tan fuerte que se inflaman por la rabia. Lastimosamente no he logrado expulsar lágrimas por más que desee, he pensado en cortar mis venas tantas veces que me arrepiento de solo pensarlo, nunca lo logré, siempre bajo la excusa de que mis brazos se verían de una mala manera al pasar el tiempo, aun así no afloran las malditas gotas, me frustra no poder quitarme este peso de encima. Desde que me juré a mí mismo que jamás lloraría por alguien, ni siquiera por mí fue como si jurase a un Dios que cumpliera mis suplicas, es como si me volviese de piedra y el estrés se apoderase de este maldito cuerpo, han sido cuatro años.
Me siento viejo, abandonado por la persona que deseaba ser, no considero que esta vida sea lo que realmente quiero, y no quiero nada, únicamente desearía vivir con un cuerpo diferente, no me importarían los problemas que conllevara solo para sacar esta enfermedad estúpida de mi cabeza.
Hasta hace poco intentaba sentir “amor”, intentaba refugiarme dentro de algo que no podía ver, intentaba ver alguna salida a este vacío, la cual, es una moda en la juventud de hoy en día y es un asco. Me gustaría que todo el mundo no tuviera ojos, si fuésemos ciegos todo sería mejor, todos buscarían el saber, y todos se enamorarían por lo que realmente se supone que es el amor.
Y sabes… Soy débil, soy tan débil que si me dijeras que quieres jugar conmigo no lo pensaría dos veces, me gustaría vivir en esa quimera porque no deseo la realidad, porque si tuvieras una pistola te gritaría para que me dispararas justo entre los ojos UNA Y OTRA VEZ HASTA QUE SE TE AGOTASEN LAS BALAS, y no importa, dentro de casa está la nota de suicidio, alguien la encontrará algún día, y a nadie, absolutamente nadie le importará al tiempo, únicamente a mis padres porque pierden a alguien más de la familia, pero nunca me sentí cercano a ella.
Aún te amo querida, únicamente porque no tengo a quien más amar, porque he malgastado tiempo en mirarte por bastantes minutos al día como un psicópata, hasta que lo dije, y no te molestó, solo que desapareciste de mi vista, aunque recordé que era ciego.