Los momentos más vergonzosos de mi vida, han sido, sin lugar a dudas las salidas de shopping a las tiendas y mall, en busca de alguna tenida, algo especial o simplemente una nueva prenda para el ropero. Lo que para cualquier mujer sería un deleite, para mi resulta estresante. Miro los escaparates de las tiendas, con prendas verdaderamente bonitas, que me gustaría lucir. Sin embargo, los sueños no pasan de la vitrina, cuando me decido a entrar, siempre y casi como rito aparece una vendedora, no me deja articular palabra y con cara de ¡me estas bromeando!, mueve la cabeza negativamente y dice sólo tenemos tallas chicas, no tenemos nada para usted. Y así, de tienda en tienda, me voy quedando sin alternativas, con un sabor amargo y la promesa de ¡mañana mismo comienzo una dieta!.- Casi derrotada, y totalmente agotada de recorrer todas las tiendas, en un rincón escondido surge como en una nube una pequeña tienda con el mágico letrero, "TENEMOS TALLAS GRANDES", Oh! maravilla, entro casi como si fuera mi casa, una vendedora se me acerca y amablemente me pregunta -¿busca algo en particular?, me siento gratificada y querida, una vendedora de aspecto normal con cara de mamá, algo entradita en años, pero verdaderamente amable.-Me muestra varias prendas, con el convencimiento de que más de alguna prenda compraré. Efectivamente, salgo triunfante con mi bolsa y mi ropa, Generalmente dos o tres prendas iguales en distintos colores, y aunque… bueno, no tan moderna, no tan vistosa, pero de mi talla…ya la haré lucir con algún collar, un prendedor o algún accesorio, que me hará ver espectacular digna modelo de Rubens, y a pesar de no ser una chica de pasarela, soy
y a mucha honra EXTRA LARGE… |