Yo era tuyo y tú eras mía. Ese era el trató. Luego llegaron los niños, el tiempo y el trabajo. La pasión ha muerto, inclusive los buenos ratos. Hoy el amor es un hilo del que ambos colgamos. Fría está la cama, fría sin tus abrazos, frío esta tu cuerpo aún entre mis brasos.
Texto agregado el 28-09-2015, y leído por 88 visitantes. (2 votos)