voy a morir, me dijo mi perro... qué puedo hacer por ti, le dije... me miró y susurrando dijo que siga viviendo, que todo es un momento y nada mas... lo cargué y sentí cada uno de sus huesos sobre mi cara... su pelambre era hermoso, pero su olor ya no estaba... había perdido 5 kilos... y su cola le colgaba como un brazo muerto... lo besé muchas veces y sentí que pronto volvería a ladrar... alli donde nacen los sueños y nada deja de ser...