No soy mi soledad,
tampoco el tiempo
que dicen que no existe
pero pasa.
No soy la libertad
ni soy la cárcel;
elijo resistir,
también acepto.
No soy solo una duda
ni un decreto;
me busco sin descanso
y no me encuentro.
Recorro laberintos y regreso
al mismo lugar
donde me pierdo.
No soy la que fui
y soy la misma;
el alma que me habita
reconoce
la mente que se inquieta
al ser distinta.
Soy alguien ignorante
a veces sabio;
pequeño ser inmenso,
todo y nada.
No puedo comprender
al universo,
el hoy se me escapa
por las ramas.
No estoy en el ayer;
tal vez mañana
defina mi existir
en cuatro versos.