Inicio / Cuenteros Locales / atolonypico / El iceberg y otros relatos.
Me pregunto ahora si todo lo que hay escrito en cajones olvidados o repisas de gentes que han recalado en sus escritos simplemente para contarse algo a ellos mismos a falta de otra comunicación, forman parte de la literatura también.
En caso afirmativo habría que hacer una pequeña digresión en todos los manuales de historia de la literatura por la que variara ligeramente el concepto. De obra de arte de egregios artistas de la pluma a obra en general de autoayuda. Pasaría entonces a ser una rama o apartado de la Psicología también.
Yo soy de esta última opinión, merced a la cual formo parte de la Historia de la referida rama y pido en los estudios, no ya que conste nuestro nombre, pero sí que se explicite que los grandes autores lo son a modo de ejemplo, que tras ellos nos encontramos/ somos un gran pelotón: el de los escribientes.
Estoy convencido que entre nosotros hay bastantes que hubieran podido ser de tener una mínima visión de los negocios.
Y viene la historia al caso que contaré. Tras mucho insistir en el asunto, nuestra tía nos dejó curiosear en los papeles del tío político- al que habíamos dado el requiescat por problemas de salud, que venía arrastrando desde largo tiempo, aquel verano.
Pues bien: ante nuestro asombro, resultó ser un erudito el hombre. Sabíamos de su afición literaria pero nunca le habíamos dado importancia en demasía. Pasaba sus horas encerrado escribiendo historias que a la postre se habían revelado bastante jugosas y enjundiosas en grado sumo. Tanto es así que mi hermana y yo pasamos aquel largo verano encerrados en su habitación sin cerrar el párpado: hasta tal punto concitó nuestra atención su obra.
“Las moscas sobrevolaban la estancia cuando se oyó un disparo en una habitación contigua” (empezaba aquel relato).
Se trataba de una extraña historia en la que cobraban relevancia elementos que nunca se tienen en cuenta en las narraciones al uso: la importancia de los espacios y circunstancias varias que rodean- más que otra cosa- a los protagonistas. Elementos alados como las moscas influyen en la vida veraniega más de lo que normalmente se suele extraer. El engorro mosqueril era el protagonista del primer relato que tuvimos a bien leer. A partir de ahí ya no nos pudimos sustraer al embrujo de los escritos de nuestro tío.
Reunimos su narrativa y la publicamos a nuestra costa, por honrar su memoria, con el título del El iceberg y otros relatos.
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Texto agregado el 24-09-2015, y leído por 126
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