Caminaba apurada, se le había hecho tarde prepararse para salir y su enamorado no era una persona paciente; en cambio Sofía, había soportado muchas veces sus tardanzas, sus excusas y sobre todo sus inasistencias. Pero ella aún no estaba lista para estar sola, o al menos eso parecía.
Dos años antes, Gian Pier asistía a la fiesta de cumpleaños de su amiga, esa noche sentía que bailar y tomar eran parte de su rutina; aunque vale decir que él no era un bebedor experto y menos bailarín, pero lo estaba disfrutando. Y de tanto bailar y bailar, y de mirar claro, encontró a la que consideró su pareja perfecta. La bailarina se llamaba María, era alta, alegre y sobretodo coqueta, y razones no faltaban para bailar con ella. Gian Pier no tardó en coquetear también y conseguir que sea su pareja de baile toda la noche. Pero María no era tan fácil de conquistar, incluso por un momento Gian Pier empezó a dudar de su capacidad de conquistar a una mujer (era conocido como el mil y un historias) pero esa noche era su noche y mucho tiempo después entendió que realmente no sería sólo una noche sino toda una vida.
-¿Salimos el sábado? - preguntó Gian Pier- María sonrió con esa mirada que sólo las mujeres saben hacer y le respondió: "Tengo enamorado, y lo quiero mucho...",Gian Pier no se rindió y le insistió una vez más pero María dio un rotundo no. Para que no pienses que soy una mala mujer -dijo María- conozco una amiga que está sola y está en búsqueda de nuevas experiencias, ¿te la presentó? . Gian Pier no dudó en su respuesta y dijo: Claro, porque no. Minutos más tarde Gian Pier bailaría con Sofía lo que quedaba de la fiesta y se iría con ella más tarde recordando que la meta era conocer a una mujer y vaya que lo consiguió.
Cuando la relación cumplió un año, el atento Gian Pier llevó de regalo a Sofía un cd grabado con la canción que siempre los identificaría: "Tú eres la única que amo" y ella al no tener algo parecido sólo atinó a comprometerse al 100%. Los meses pasaban y pasaban y el tiempo que ambos le dedicaban a estar juntos fue decayendo, y aquí ocurrió la primera ruptura. Hablaron por teléfono casi dos horas porque se dieron cuenta que en persona solo se gritarían y no llegarían a nada, ella colgó y se terminó. Sofía escuchaba el cd una y otra vez, tratando de entender que pasó pero sólo le traían recuerdos. Mientras en su cuarto un consciente Gian Pier decidía regresar pese a quién le pese y la llamó con toda la ternura que un hombre puede expresar y tras una hora volvieron, había pasadoya un mes.
Una vez más ambos cayeron en el juego del amor, y jugaron como profesionales porque hasta reglas se pusieron; pero toda regla está hecha para romperse y tal como ellos esperaron a la dos semanas una vez más rompieron: No eran compatibles segín Sofía pero Gian Pier no lo aceptaba...ella se fue diciéndole "Esta vez tomaré el camino más largo pero se que será el correcto", y ¿si hay baches? -dijo él- "Para mi tú ya eres un bache...- dijo Sofía".
Mujeres como Sofía, pacientes, sinceras hay pocas y una vez más el atento Gian Pier (obsesionado él con Sofía) la buscó y le prometió más dedicación, más cariño, sólo le faltaba organizarse. Sofía aceptó en lo que fue su tercer intento (y el último).
Cuando cumplieron dos años, decidieron celebrarlo con una fiesta, Gian Pier recogería a Sofía en el parque de siempre, pero Sofía se tardaba. Caminaba apurada, se le había hecho tarde prepararse para salir y su enamorado no era una persona paciente. Gian Pier la recogió y fueron a la fiesta. Horas más tarde borracho él, renegando por ella, por la costumbre de siempre: La falta de amor; hizo algo que Sofía no esperaba: Curiosamente esta vez fue él quien terminó con ella: "Sabes, después de 3 intentos me he dado cuenta que soy capaz de amar a cualquier mujer, solo quiero que me den la atención posible. Puedo amar, pero contigo no lo haré, lo sé y lo siento...pero sabes podemos ser amigos... Sofía extrañada de que un hombre por primera vez en su vida termine con ella, sólo atinó a decirle: Esperaba que dijeras eso, yo si te quiero, bueno te quería pero si amar es la nueva enfermedad del siglo, yo me considero enferma...y por favor si vas a escribir lo que pasó en tu Facebook pones esto: "Mujer que pierde a un hombre es como el niño que pierde su diente, sabe que guardándolo, olvidándolo siempre algo buena recibirá despues..." y diciendo esto se fue.
Hoy Sofía, cree en al amor incluso más que cuando estaba enamorada. Disfruta, al menos por el momento, estando sola y aprendiendo lo que la vida le muestra y sabe que cuando le llegue la oportunidad de amar recibirá algo bueno como cuando perdió el diente hace ya 16 años... |