Rápidamente Llego a casa, me quedan menos de veinte minutos, enciendo el calefón, me desnudo y tomando una toalla ingreso a la ducha.
Al salir veo la hora, “tiempo perfecto” pienso, me demoré tan sólo quince minutos en el agua. Apresuradamente plancho una camisa y unos jeans.
Me visto, y tomando una mochila guardo el licor de amareto que vamos a compartir. Verificando el contenido de la pequeña alforja veo que no me falte nada, marihuana, papelillos, encendedor, cigarrillos, teléfono móvil, y dinero.
Salgo con algo de tiempo a mi favor, recorro las dos cuadras que me separan del lugar de encuentro y finalmente llegando con tan sólo un minuto de retraso me percato que no estas.
Enciendo un cigarro y mirando el reloj, imagino que te has retrasado. Pasan diez minutos y tu ausencia es evidente.
Busco entre mis cosas el teléfono móvil, marco tu número y espero que no hayas tenido problemas.
Se escucha fuerte música tras tu voz en el auricular. Personas ríen muy cerca de ti.
_ Hola_ (Sabe que soy yo)
_ Hola Paola, ¿Cómo estás? Mejor dicho ¿dónde estás?_ Trato de ocultar mi mal humor.
_ ¡Te esperé!_ Me miente_ Y como no llegaste, me vine a un bar con una amiga. ¿Por qué no vienes para acá?
_ O.k. dime en donde queda. Voy para allá_ Le miento.
¿¡Por que no vienes para acá!? Por que mierda me hace esa pregunta, sí sabía que hoy saldríamos. Me siento un verdadero imbécil.
Una pareja de enamorados transita por la acera de al frente, ríen mucho, juraría que ríen de mi situación, diciendo “mira al huevón, lo dejaron plantado”.
Creo que todos me observan, se vanaglorian de mi miseria. Usándome para sus secretas carcajadas, diciéndose al oído “lo dejaron botado”.
Enciendo un cigarrillo, trato de mantener el mal humor lejos, me es imposible, mientras mas trato, mas imbécil y huevón me siento.
Caminó de regreso a casa.
Poniéndome el pijama me acuesto en el sofá a ver televisión, el teléfono suena un par de veces antes de decidir contestar. Es ella nuevamente.
_ ¿Qué pasó, aún te estoy esperando_ Dice con una tranquilidad que me sorprende.
_ ¿Qué pasó Paola?_ Le pregunto controlando mi estado de ánimo que a esa hora de la noche ya no dominaba. Tengo unas buenas ganas de decirle “Espera sentada no más, que estoy que voy para allá”
_ Llegó el novio de mi amiga hace algunos minutos y quiero verte.
_ Ya me acosté, para otro día será_ Claro, estoy que te digo “salgamos de nuevo”
_ Entonces me voy para la casa_ Pone voz de cansancio.
_ Para otro día será_ Yo no te mandaría a la casa, te mandaría a la mierda.
_ O.k. entonces me voy, chao_ Cuelga rapidamente.
_Chao_ Digo y colgando el teléfono me acuesto a dormir sintiéndome el “imbécil del pueblo”.
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