Mi madre dándole de comer en la boca a mi padre enfermo:
“Vos, hijo mío, deberías estar pensando seriamente en tu mañana. Con cuarenta años y todavía soltero. Es hora de sentar cabeza, la vida es corta y no todo es un Viva la Pepa. Sin darnos cuenta nos ponemos viejos y necesitamos que alguien nos cuide. Mira cómo yo atiendo a tu padre…”
Bajo la cabeza pensativo…
“No sé si has recapacitado, pero por si acaso te advierto algo más: Mientras sigas así, enredándote con mujerzuelas, difícilmente se te acercará esa que para vos vendría como anillo al dedo…”
Recapacité y al final tuvo razón; a los setenta y dos me casé con una enfermera.
Texto agregado el 21-09-2015, y leído por 365
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Lectores Opinan
27-09-2015
jajaja.... hacerle caso a la mami, siempre que sea a tiempo ;) Petreca_52