Una noche de abril,
los exiliados del corazón,
comenzamos, furtivos,
a revolver el orden vigente
izando el amor a la vida
en el jardín de las rosas.
Eran horas y días de emoción,
los sueños se daban cita
donde rompen las olas.
Queríamos ir hacia el verbo,
al fugaz poema nocturno
y a los amores sin miedo
bajo un celeste reino inmortal.
Triunfante nuestra utopía
celebramos con pasión manifiesta
en las dulces noches de mayo
enterrando las cenizas del corazón.
Texto agregado el 21-09-2015, y leído por 342
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Lectores Opinan
21-09-2015
Muy bello. girouette-
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