Ven toma mi mano_ Ella caminó a su lado, dejó atrás los zapatos y sus pies descalzos marcaron el caminar por la arena. Junto a él se sentía segura, sabía que la protegería, y no dudaba de su cariño.
Apretó las manos que se entrelazaban y cuando la miró, ella le regaló una brillante sonrisa.
Caminaron hasta casi tocar la espuma que besaban las rocas en la orilla.
_ ¡Mira! _; Ella vio como se reflejaban las estrellas en las aguas del mar y no se sabía con certeza dónde terminaba la inmensa bóveda azul y donde comenzaba el océano.
Cerró los ojos y un suave rocío salino comenzaba a cristalizarse en su rostro cuando él caminó rodeándola situándose en su espalda tomándola de los hombros.
_ Muéstrame una estrella_ le dijo al oído con un susurro.
Levantó su brazo y le indico con el dedo índice_ Esa es la que más me gusta.
_ Aldebarán; hermosa elección._ con suavidad volvió a tomar su mano y sin dejar de apuntar con su dedo elevó un poco mas su brazo.
_ Aquellas cinco estrellas son las pléyades_. Sentía su mejilla junto a la de él, su respiración al unísono con la suya. El terror que al principio le trataba de doblegar ya era una cosa del pasado, ya no importaba, ya no tenía sentido.
_ Sirio, una de las nueve estrellas mas cercanas a nuestro planeta; Arriba un poco a la derecha formando casi una línea recta está el cinturón de Orión.
Giró sobre si misma y al estar frente a frente le rodeó el cuello con ambos brazos.
_ Te quiero mucho_ Dijo mientras cerraba los ojos y buscaba sus labios.
Caminaron de vuelta al sucio automóvil que era de propiedad de su padre, _ me encanta ese tema_, Keep holding on, la canción de Blackie Lawless acompañado por guitarras acústicas resonaba en el equipo musical del vehículo.
_¿ Hasta cuando va a durar esto?.
_ No lo sé_ Se abrazaron nuevamente para no sentir la cercanía de la despedida, para mantenerse unidos por siempre.
_ Tengo mucho miedo. No es un miedo de que esto termine, no es un miedo de saber que las cosas van a cambiar, es un miedo de que cuando yo te busque no te encuentre, es el miedo de que te olvides de mí, de que olvides lo que nos hemos entregado, de que dejes mi cariño en un sitio dónde después de un tiempo no lo reconozcas.
Con una sonrisa él tomó su rostro con ambas manos y besó tiernamente sus labios. _ Siempre me pregunté qué era lo que ocultabas dentro de tus ojos, ahora lo sé, ahora simplemente lo sé.
Los primeros rayos de luz que se habrían paso en la reinante oscuridad los sorprendió abrazados, no deseando que aquella noche terminara. Queriéndose a pesar de las barreras que estaban a punto de cruzar, a pesar de saber lo que el futuro distante les deparaba, a pesar de saber que las cosas jamás funcionarían entre ellos; pero no les importaba. Pues sabían que se mantendrían siempre unidos. Que se encontrarían cada vez que se buscaran.
_ Te quiero demasiado como para olvidarte, como para no apreciar el cariño que me entregas, te buscaré en la otra vida; pues siempre has formado parte de mi existencia y de mi destino.
Ella volvió a cerrar los ojos y bebiendo el salino aire , deseó que este momento fuera eterno.