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Nota: Este cuento no busca ofender a ninguna religión, simplemente es un cuento.

Lo miré desde arriba, desde abajo, por los lados y por todo ángulo posible en esta dimensión. Analice su composición y sus habitantes, así como sus comportamientos, a pesar que los he visto desde su nacimiento y conozco su posible final, no consigo comprender a los habitantes de este planeta, es uno de los lugares más extraños que he observado en este universo.
A lo largo de mi vida he visto todo tipo de planetas, y más interesante aún, todo tipo de seres vivos; he visto planetas con vida e inteligencia propia, ellos se comunican entre sí y se ayudan a mantener a los seres vivos dentro de ellos. Además he visto seres vivos que se burlan las tres dimensiones y viven en el lugar que los terrícolas llaman tiempo.
Yo por mi parte soy algo diferente, no soy un ser vivo, tampoco soy un planeta o algún otro astro. Claro si me considero una forma de vida, pero soy algo difícil de encontrar. Soy invisible e incapaz de comunicarme con cualquier ser vivo, pero aún así los entiendo, y puedo ayudar dentro de su mundo si fuese necesario (y yo quisiera hacerlo). Al fin y al cabo, el universo no sería más que una habitación oscura y hostil si la vida no existiese.
En cuanto a mí biología, puede ser descrita como una gran masa de energía que flota por el universo interactuando con él, jugando con el espacio-tiempo de la misma manera en que un niño terrícola juega con sus juguetes. Aunque para ser sincero, el universo no necesita mucha ayuda, el puede ensamblar planetas por sí mismo. Los que realmente necesitan ayuda, son los seres vivos.
Con el pasar del tiempo me he dado cuenta que los planetas y la vida tienen un orden, así como los elementos químicos están ordenados por orden creciente de números atómicos, la vida también está ordenada. Los habitantes de cada planeta son muy parecidos entre ellos, tiene ideologías semejantes, misma forma física e incluso mismos gustos. Por un momento olvidé el subjetivismo del universo y pensé que toda la vida existente era de esta manera, la idea de un planeta donde los habitantes fueran todos diferentes, pelearan y se mataran entre ellos(a veces por placer), tuvieran diferentes gustos y creyeran que al morir existe un paraíso, simplemente me agarró por sorpresa.
La verdad no es algo extraño el creer en una deidad, la mayoría de seres vivos desconocen los verdaderos procesos de creación del universo, esto junto con su desmesurable miedo a morir los hace creer en algo inexistente; pero en casi todos los casos, todos los habitantes del planeta creen en la misma religión.
La tierra es la excepción a esta regla, allí han habido miles de religiones y habrá aún más con el pasar de los años, e incluso estoy casi seguro que seguirán existiendo hasta su posible extinción. En este planeta las religiones son muy contraproducentes y han provocado
(y provocarán) millones de muertes y distintos tipos de maltratos a todos sus habitantes. Y aun así, casi todos siguen creyendo en ellas fervientemente.
Miré a través de los años, miré sus guerras y sentí el odio de ellos hacia ellos mismos, era casi una locura; por una parte ellos tienen la astronomía y conocen los conceptos más primitivos del universo, saben lo enorme que este es y las miles de cosas que podrían matarlos en tan solo un instante, pero aún así, se empeñan en matarse a sí mismos.
Sus habitantes se dividen en países, y sus países en regiones más pequeñas, cada país es regido por un modelo de sociedad egoísta que favorece solo a las personas más poderosas. Puedo decir sin siquiera dudarlo, que los humanos son los seres más egocéntricos que he visto en lo que llevo de vida. Los más poderosos viven una vida de excesos y consumismo, mientras que otros seres humanos mueren de sed y hambre. De alguna manera no les importa que esto pase a pesar que lo saben, muy pocos tratan de ayudar y quienes lo hacen no consiguen la suficiente fuerza como para salvar a la raza entera.
Me deslicé hacia el momento del tiempo que ellos llaman presente, la tierra parecía estar mejor que antes, pero no lo suficiente como para ser salvada por sí misma.
Miré el futuro, las causas más probables de extinción eran causas nucleares o enfermedades causadas por ellos mismos, los humanos en la tierra son como un cáncer que hace metástasis lentamente hasta destruir su hogar y todos los recuerdos de su especie. Aun así tienen posibilidades de salvar su raza, pero son muy bajas en comparación a otras especies.
Podría aumentar la empatía de los humanos, podría hacer que todos despierten sintiendo que se aman y son hermanos, o simplemente eliminar las etnias y unificarlos en un solo país. Eliminar la religiones y las posesiones, convertirlos en seres bondadosos que se preocupen por cada humano en la tierra y no dejen que algunos vivan en la calle y coman basura. Pero mi trabajo es ayudar a los seres vivos que merecen ser ayudados, ya sea, un planeta que ha sido golpeado por un asteroide, asolado por una enfermedad o alguna causa externa. La verdad sea dicha, los humanos se han buscado sus problemas por ellos mismos, son muy diferentes como para ser salvados.

Epílogo:
Aceleré a la velocidad de la luz y busqué el planeta habitado más cercano, debía de estar en movimiento por mucho tiempo, incluso para mí el universo es un lugar enorme y debo respetar sus reglas de espacio-tiempo.
Sin duda tenía mucho para reflexionar, era una pena no poder ayudar a los humanos, a pesar de todo, son una raza con logros muy elevados tomando en cuenta su nivel de brutalidad, y algunas personas realmente merecían ser salvadas. Pero el universo tiene una regla muy parecida a la de gravedad, todo lo que nace tiene que morir, sin ninguna excepción, incluso yo, un ser que puede cambiar la realidad con tan concentrarme. E incluso, el universo morirá en algún momento, para así dar forma a otro nuevo y así sucesivamente hasta el infinito.
Se puede decir que simplemente somos un momento dentro del universo y nuestra presencia no es requerida, esto podría parecer un concepto lúgubre, pero el simple de haber nacido es un milagro estadístico, biológico y químico, y existen miles de oficios y cosas que aprender y hacer.
La vida es la mayor contradicción del universo, por un lado es hermosa y su presencia llena el vació, pero a su vez es rutinaria, azarosa y destinada a la muerte… simplemente, no existe nada más.

Texto agregado el 19-09-2015, y leído por 339 visitantes. (0 votos)


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