¿Fue un sueño? ¿O es que siempre estuve despierto? Los estímulos que mi cuerpo recibió fueron tan reales que tienen que serlo realmente. La pena y el ardor de mi alma en tan grotesca y abominable situación tuvieron que haber existido en verdad ¿O es que nada es verdad? Estuve en un lugar en el espacio, pero ¿Qué es el espacio? Que es sino el entendimiento que le damos a la vida con respecto a los estímulos exteriores. Sin embargo, no sé donde estuve, ni cuánto tiempo estuve ahí. Todo el tiempo que estuve ahí se sintió tan normal. Tan normal como mi estadía en mi hogar, tan normal como el desayuno en las mañanas, pero tan extraño el estar ahí, en aquel lugar misterioso que fusionaba mis recuerdos con mi vida contemporánea y con mi entendimiento. Es en sueños en donde siento la extrañeza del entorno y la confianza de transitar por él. Es en sueños en donde tengo la certeza de estar en un lugar extraño pero que, sin embargo, puedo recorrer sin miedo a la muerte. Pero eso no fue un sueño. No podía serlo ¿o tal vez si? De ser un sueño, entonces los estímulos que recibí no podían dejar marca en el mundo real. Pero podían dejar marca en mi imaginario más profundo. La vida, disfrazada de estímulos, no es más que la percepción que humildemente creamos del mundo, para nosotros mismos. Es un mundo que funciona de acuerdo al entendimiento que tenemos de él, a base de modelos y probabilidades que se estudian para darle al cosmos una dimensión medible. Pero este raciocinio, este entendimiento se origina en la mente humana. Depende íntimamente de las perspectivas que tengamos del mundo y de los efectos que tienen las cosas sobre nuestra existencia. Originado todo en la mente. En donde los sueños más profundos dejan su huella inmutable, tomando en cuenta el contexto histórico en el que se realizo el sueño. En el instante en que se sueña y en los momentos posteriores al sueño, los momentos carentes de reflexión, el significado del sueño es inmutable, pues no ha habido un entendimiento posterior al sueño. Por ende el significado del sueño depende del conocimiento y entendimiento de la persona que sueña hasta que se manifiesta el sueño. Después de las reflexiones y entendimientos adquiridos con posterioridad al sueño, el sueño pierde su significado original, puesto que un nuevo entendimiento permite una nueva reflexión y, en última instancia, un nuevo significado. ¿Funciona la vida como un sueño entonces? Siendo que el mundo no es más que un reflejo de nuestras creencias. ¿No cambiaria también el significado de la vida, y de todo lo que esta abarque, después de un nuevo análisis? El mundo entonces carece de sentido estático, pero siendo que es de este mundo de donde vienen los estímulos exteriores que nos hacen reflexionar ¿No sería el mundo el que crea su propio significado? Y de ser así ¿No tendría el mundo infinitos significados? Siendo contraria a la explicación del sentido de los sueños, que son únicos y dependen del análisis previo al sueño, el sentido del mundo depende no solo de los estímulos que reciba una persona, sino que depende también de los estímulos que reciban todas las cosas que en el habitan, pero siendo que el mundo está formado por todas esas cosas que en el habitan, es entonces el mundo mismo el que anula su posibilidad de otorgarle un sentido. Y siendo que los sueños si poseen un sentido que depende de los estímulos del mundo, y siendo que los sueños mismos forman parte del mundo. ¿Qué es la vida, sino un sueño? ¿Y qué somos nosotros, sino los sueños del mundo? |