Era un hombre minúsculo de estatura, escaso de carnes, de pelo y de dientes y como colofón del “cuadro” tenía una joroba que haría "enverdecer" de envidia al mismísimo camello de Lawrence de Arabia.
Quiero suponer que como consecuencia de estos atributos el hombre había desarrollado un carácter endemoniado que mantenía a prudencial distancia a todo bicho viviente (es decir los “bichos” ni se le acercaban).
Por el contrario su sombra era espectacular, de estatura media tirando hacia arriba, abundante larga y sedosa cabellera que el viento (cuando soplaba, cuando no lo hacía el efecto era menos vistoso) hacía ondear graciosamente, ágil y airoso caminar, un carácter envidiable, afable y simpático que hacía que todo aquel que se le cruzase deseara acercársele, cosa que no hacían por temor al titular.
El hombre minúsculo odiaba a su sombra con todas sus fuerzas y comenzó a trazar un plan diabólico que deshacerse de ella, salía de casa ya anochecido evitando todo foco luz que pudiese hacerla visible, dentro de su casa tenía persianas y visillos permanente cerrados, manteniéndola en perpetua oscuridad, dejo hasta de fumar para no tener que hacer uso del mechero.
La sombra se aburría mortalmente y un día harta de tanto aislamiento se echo a la calle ella solita, al principio algo temerosa pero pronto deshecho todo temor al ver como todas las demás sombras con las que se cruzaba le saludaban con admiración y afecto, en poco tiempo se convirtió en noticia a nivel nacional, salía en todos los informativos del país en grandes titulares “la encantadora sombra solitaria”, la fama le asaltó de tal manera que la contrataron para hacer una película, que fue un gran éxito y otra y otra………….
El hombre minúsculo fue feliz durante un tiempo (había conseguido deshacerse de su maldita sombra) hasta que se enteró por la prensa de los logros de su ex-compañera, muerto de rabia y de envidia, dispuesto a acabar con ella se presentó una mañana en los estudios cinematográficos donde rodaba una nueva película, los guardias de seguridad le impidieron el paso, por lo que apostado tras un camión de atrezzo espero a que esta saliese.
Era ya muy tarde cuando la vio salir acompañada de un gran foco que la seguía a todas partes, se puso ante ella y sin mediar palabra se descerrajo un tiro en la cabeza, su diminuto cuerpecillo abatido por si mismo, se desplomó sobre el asfalto, su sombra corrió hacia él para intentar socorrerlo y pudo escuchar con nitidez sus últimas palabras ¡! LA MATE PORQUE ERA MÍA!!
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